Con frecuencia escuchamos hablar sobre las disfunciones sexuales masculinas, pero que tanto sabes de las disfunciones sexuales femeninas?…Sabías que alrededor del 40% de las mujeres entre los 18 y 59 años tienen disfunciones sexuales?
La intimidad sexual es una parte integral de la vida y está relacionada con el bienestar emocional y físico. La disfunción sexual cubre una amplia gama de problemas en los dominios psicológico, físico, interpersonal y fisiológico.
¿Qué es exactamente la salud sexual?
Según la OMS, “la salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad; no es solo la ausencia de enfermedad, disfunción o dolencia… la salud sexual es un problema global que es vital para el bienestar general”.
La salud sexual se basa en un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y la intimidad y la oportunidad de tener sexo seguro y placentero. La sexualidad es una cualidad conductual, cuya presencia en una persona la hace atractiva y da lugar a pensamientos sobre el sexo.
Es el motor de la actividad social humana ya que está dirigida a lograr no solo la satisfacción sexual, sino también un estado socio-psicológico, denominado «felicidad», mejorando la calidad de vida.
La sexualidad es un factor que anima a las personas a vivir y trabajar juntas, es el motor de acercamiento y unificación de las personas, uno de los principales componentes de la vida familiar.
Un componente importante de la sexualidad es la intimidad sexual, que se manifiesta en las relaciones sexuales, lo que permite que un hombre y una mujer expresen su amor mutuo en unidad espiritual y física.
La disfunciones sexuales en la mujer
Es importante entender que la disfunción sexual es un concepto colectivo. Actualmente, la disfunción sexual en la mujer se define como: Los problemas recurrentes y persistentes relacionados con la respuesta sexual, el deseo, el orgasmo o el dolor (que te generan angustia o aflicción, o tensión con tu pareja).
Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de disfunción sexual que estés experimentando:
- Poco deseo sexual. Este es el tipo más común de disfunción sexual femenina, que comprende una falta de interés sexual o disposición sexual.
- Trastorno de excitación sexual. Puede ser que el deseo sexual esté intacto, pero que tengas dificultades con la excitación o no puedas excitarte o mantener la excitación durante las relaciones sexuales.
- Trastorno orgásmico. Tienes dificultades continuas o recurrentes para alcanzar el orgasmo luego de suficiente excitación sexual o estimulación continua.
- Trastorno de dolor sexual. Tienes dolores relacionados con la estimulación sexual o el contacto vaginal. Estos pueden ser:
- Dispareunia: dolor genital persistente o recurrente que ocurre justo antes, durante o después de tener relaciones sexuales.
- Vaginismo: Es una contracción involuntaria e inconsciente de los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina provocando un cierre total o parcial de ésta causando dolor, ardor o incomodidad en las relaciones sexuales con penetración.
Low Pressure Fitness (LPF) como parte del tratamiento
El tratamiento de las disfunciones es a menudo multidimensional y puede involucrar varias disciplinas diferentes: ginecolgía, sexología, psicología, fisioterapia y entrenamiento de músculos del piso pélvico.
Si hablamos de las posibilidades de la fisioterapia, aquí el principal objetivo es la liberación miofascial, la capacidad de actuar sobre los segmentos musculares. La liberación miofascial se puede realizar con fisioterapia clásica, durante el masaje kinesiológico, durante la corrección osteopática, así como con la ayuda de la fisioterapia clásica con aparatos.
El entrenamiento de los músculos del suelo pélvico con LPF Hipopresivos consiste en realizar un conjunto de ejercicios variados posturales y respiratorios que regulan el tono del piso pélvico que previenen, disminuyen y/o eliminan los síntomas de la disfunción sexual.
Los músculos del piso pélvico están conectados con el diafragma, el transverso del abdomen, los músculos profundos de la espalda, ente otros. Por lo que es de gran importancia hacer un entrenamiento global que involucre toda la muscualtura relacionada.
Se recomienda realizar el entrenamento de LPF Hipopresivos con el acompañamiento de un Entrenador Certificado – Cristina Angel, LPF-CT – que te guie en la correcta realización de los ejercicios y se obtengan los resultados esperados.
Si quieres iniciar tu práctica o mejorar tú técnica únete a las sesiones grupales (grupos reducidos) o individuales que realizo por zoom, las cuales se acomodan a las diferentes zonas horarias mundiales. Puedes contactarme por instagram o facebook.
María Cristina Angel,
Low Pressure Fitness – Certified Trainer.